Durante el tercer trimestre del año 2000, el actual presidente de México Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que presentaría una propuesta para eliminar la subcontratación laboral o outsourcing.
El 1 de septiembre de 2021 entró en vigor la reforma a los procesos de outsourcing en México, lo que implica la prohibición para subcontratar empresas o personal. Sin embargo, esto aplica únicamente a las empresas con el mismo objeto social; es decir, una empresa de tecnología puede subcontratar a otra que dé mantenimiento ya que el objeto social es distinto.
A mediados del mes de junio de este año, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) reafirmó la eliminación del outsourcing tal como se aprobó en 2021. Hoy en el blog de Red Ring te contaremos si esta decisión es constitucional y las implicaciones para las empresas.
¿Qué es el outsourcing?
El outsourcing o subcontratación es una práctica que consiste en tercerizar la administración de un área de las empresas. Es decir, un tercero o una empresa con diferente razón y objeto social es contratada para encargarse de un departamento de la empresa que contrata.
Por ejemplo, una empresa puede contratar a otra que se especialice en el área de recursos humanos.
De acuerdo con el Artículo 15-A de la Ley Federal del Trabajo (LFT), el contratista o patrón presta servicios para el contratante, para lo cual sus trabajadores o empleados realizan funciones específicas. El contratante puede ser una persona física o moral, es decir, una empresa o emprendedor, que supervisará el desarrollo del trabajo a realizar.
Este concepto de outsourcing se incluyó en la LFT en el año 2012, bajo el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, cuando las empresas pudieron comenzar a tercerizar servicios con otras organizaciones, siempre y cuando no abarcara la totalidad de actividades desarrolladas en la empresa y que los servicios se justifiquen por su carácter especializado.
Por otro lado, el esquema de subcontratación implica que las empresas contratadas no realicen tareas similares o iguales a las de la empresa contratada, y deben cumplir con las disposiciones de salud, seguridad y medio ambiente con sus trabajadores.
Entonces, ¿por qué se eliminó el outsourcing?
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), alrededor de un quinto de trabajadores mexicanos trabajaban a través de algún modelo de outsourcing en 2020. Sin embargo, el gobierno federal aseguró que las malas prácticas de las empresas afectan la recaudación y los derechos de los trabajadores por irregularidades como despidos masivos, contrataciones temporales y falta de antigüedad.
SCJN ratifica la prohibición del outsourcing en México
El pasado mes de junio, los ministros de la Segunda Sala del máximo tribunal mexicano validaron la constitucionalidad de los cambios legislativos en materia del outsourcing.
La reforma a la LFT de 2021 ha sido impugnada a través de juicios de amparo promovidos por diversas empresas de outsourcing. Sin embargo, los cinco ministros que integran la Segunda Sala de la Corte indicaron de forma unánime al revisar dichos juicios que la prohibición de la tercerización no viola los derechos de libertad de comercio y trato igualitario, por lo que es constitucional.
Ahora bien, los ministros consideraron que la figura del outsourcing debe quedar proscrita en México y solo permanecer la subcontratación de servicios especializados para no transgredir la Constitución.
Entonces, ¿cómo seguirán operando las empresas de servicios especializados?
La SCJN ha reconocido que no todas las empresas de tercerización cometían prácticas irregulares con sus empleados, por ello permite los servicios especializados o la ejecución de obras especializadas bajo los siguientes requisitos:
- Contar con registro de Padrón Único en la Secretaría de Trabajo y Previsión Social.
- Dar de baja otros registros patronales y tramitar uno de acuerdo con la Ley del Seguro Social vigente.
- Estar al corriente con las obligaciones fiscales y de seguridad social.
- Que los servicios prestados sean distintos a los de las empresas que los contratan.
- Que sean empresas legalmente constituidas y que brinden las prestaciones de ley y condiciones dignas a los trabajadores.
¿Qué implica la eliminación del outsourcing?
La eliminación de la figura de outsourcing debe verse como algo positivo ya que los trabajadores podrán tener contratos con mejores condiciones tanto con respecto a sus ingresos, como a las condiciones de trabajo y clima laboral.
Los empleados que antes clamaban por seguridad social y prestaciones, como aguinaldo y reparto de utilidades, ahora tienen mejores condiciones al estar inscritos al Instituto Mexicano del Seguro Social con su salario real, además de cotizar ante el Infonavit para acceder a una vivienda propia.
Por último, al ser empresas legalmente constituidas, los prestadores de servicios especializados deben pagar impuestos, lo que contribuye con la recaudación fiscal y en la mejora de la situación económica de nuestro país.
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